Hace tiempo que no recomendamos el trabajo visual de algún artista al que hay que seguirle la pista, como hicimos con Lucía Bonet y Wladimir Padilla. Hoy conocemos a la joven polaca nacida en 1987 y que actualmente vive en Cracovia, Laura Makabresku.
Sus trabajos, a menudo tristes, intimistas, recuerdan a una época anterior, sin atisbo de civilizaciones ni tecnología. Como si siempre hubiese permanecido en el interior de una cabaña. En sus fotografías están cargadas de sentimientos, ternura, sensualidad, amor, dolor… que cuentan una historia que no queremos conocer aunque nos sintamos extrañamente atraídos.