Tras la misteriosa muerte de su abuelo Abe (Terence Stamp), el joven Jake (Asa Butterfield) decide buscar pistas que le ayuden a entender cómo pasó. Así descubrirá el hogar de Miss Peregrine (Eva Green) para niños peculiares y se verá implicado en su lucha contra el malvado Barron (Samuel L. Jackson) y sus monstruos.
Tim Burton ha tenido una carrera bastante irregular durante lo que llevamos de siglo XXI, que el director empezó con el infumable remake El planeta de los simios (Planet of the Apes, 2001). Desde entonces ha ido alternando desastres como Sombras tenebrosas (Dark Shadows, 2012) con películas más logradas como Frankenweenie (2012). Por fortuna, ahora le tocaba acertar con El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares (Miss Peregrine’s Home for Peculiar Children, 2016), adaptación de la novela homónima de Ransom Riggs, la primera de una serie de la que el autor ha publicado dos libros más y una antología de relatos.
El origen de la novela fue visual, inspirada por fotografías trucadas antiguas que Riggs encontraba por mercadillos, lo que juega a favor de Burton, que siempre se ha centrado más en lo visual (de ahí lo irregular de su carrera, la calidad de sus películas depende mucho de la calidad de los guiones). Así, aunque la historia que cuenta no es muy original resumida en unas pocas líneas, su traducción en imágenes resulta muy efectiva, sobretodo porque, en esta ocasión, Burton deja de lado los excesos infográficos y afianza los efectos y las criaturas en la “realidad”. De este modo, las criaturas creadas por animación y los efectos digitales funcionan mucho mejor que en películas anteriores suyas como la horrible Alicia en el país de las maravillas (Alice in Wonderland, 2010). Esta película, además, le permite al director volver a los guiños cinematográficos, destacando el homenaje al genial Ray Harryhausen en escenas como una pelea entre dos muñecos animados, usando la técnica de la stop-motion en lugar de la animación digital, y una fantástica pelea con esqueletos, no muy lejana de la que aparece en el genial clásico Jasón y los argonautas (Jason and the Argonauts, Don Chaffey, 1963), uno de los títulos más emblemáticos del genio de la stop-motion.
La película cuenta con un gran reparto de veteranos, dando apoyo a los jóvenes actores que interpretan a los niños peculiares. Además de Eva Green (Franklyn), Samuel L. Jackson y Terence Stamp, el film cuenta con pequeños papeles interpretados por Judi Dench, Rupert Everett y Chris O’Dowd como el padre del protagonista. Entre el joven reparto destaca Ella Purnell (Wildlike) como Emma, el interés romántico del protagonista Asa Butterfield, que es capaz de flotar y dominar el aire; Finlay MacMillan como Enoch O’Conner, el peculiar con la habilidad de animar muñecos y muertos; y Lauren McCrostie como Olive, cuya peculiaridad consiste en que pude crear fuego con las manos.
Si bien el film está, en un principio, orientado al público adolescente, gracias al peculiar mundo que nos presenta, la imaginación que demuestra y varios momentos deliciosamente truculentos, el público adulto también disfrutará visitando El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares. Una película que demuestra que, a pesar de que tropiece de vez en cuando, Tim Burton todavía puede sorprender.
