Regresan a las pantallas de cine Dollface, Pin-Up Girl y Man in the Mask, los tres psicópatas que protagonizaron Los extraños (The Strangers, Bryan Bertino, 2008), con Los extraños: Cacería nocturna (The Strangers: Prey at Night, Johannes Roberts, 2018). Una nueva entrega que busca superar el original dándole un toque ochentero al film.
Cindy (Christina Hendricks) y Mike (Martin Henderson) viajan con sus hijos, Kinsey (Bailee Madison) y Luke (Lewis Pullman), hasta un apartado parque de caravanas para pasar un fin de semana en familia antes de que Kinsey entre a estudiar en un internado. Cuando lleguen a su destino descubrirán que no están solos: Dollface (Emma Bellomy), Pin-Up Girl (Lea Enslin) y Man in the Mask (Damian Maffei) se han hecho dueños del parque y la recién llegada familia es su próxima víctima.
He de confesar que la primera Los extraños no me gustó nada: estrenada durante un periodo en el que se pusieron de moda las home invasion, el film dirigido por Bryan Bertino me pareció poco más que un plagio de Ellos (Ils, David Moreau, Xavier Palud, 2006). Esta nueva entrega no guarda ninguna relación con la anterior y es completamente independiente, incluso el guion para la secuela que escribió Bertino fue completamente reescrito, así que el director no estuvo implicado en absoluto en esta secuela. Una secuela que sigue la moda actual de recuperar la estética y el estilo del cine de terror de los 80. Aunque se inicia como una home invasion, pronto acaba adoptando un estilo más propio del slasher, el género que reinó en la década de los 80.
Las referencias al slasher de los 80 se notan en particular en la banda sonora, los títulos de crédito y la narrativa visual, con sus tres asesinos apareciendo como por arte de magia en cualquier lugar. También se hacen guiños a títulos populares del género, fotocopiando escenas de Scream. Vigila quién llama (Scream, Wes Craven, 1996) y La matanza de Texas (The Texas Chain Saw Massacre, Tobe Hooper, 1974). Incluso la escena final es más propia de un slasher ochentero que de una home invasion, un cliché que fue parodiado de forma genial en Las últimas supervivientes (The Final Girls, Todd Strauss-Schulson, 2015). Cuando he mencionado la banda sonora, se ha de decir que no solo se trata de que la banda sonora de Adrian Johnston es horror synth (un estilo que imita las bandas sonoras con sintetizadores de los 80, también conocido como electronic horror), también suenan grandes temas clásicos de la época como el Kids in America de Kim Wilde. Mención aparte merecen, por su protagonismo en la acción, dos composiciones de Jim Steinman: Making Love Out of Nothing at All, que Steinman compuso para Air Supply, y Total Eclipse of the Heart, que compuso para Bonnie Tyler. Y con esta son ya tres, que yo sepa, las películas de terror que utilizan Total Eclipse of the Heart de forma prominente, haciendo casar la letra con lo que sucede en pantalla.
Todo este tufo ochentero es responsable de que, a pesar de sus momentos tópicos y predecibles, disfrutara más con Cacería nocturna que con la primera Los extraños. Desconozco como puede sentar a los fans de la primera, pero personalmente nunca he sido aficionado a las home invasion y sí mucho al slasher, así que este giro temático y de estilo es muy apreciado por mi parte. El director Johannes Roberts, cuyas películas no destacan por su originalidad, sabe manejar la cámara de forma fluida y crear suspense de forma efectiva, algo esencial para que funcione un film de este estilo.
Poniendo en una balanza los aciertos y los fallos, diría que los primeros pesan más que los segundos. Aunque no es un gran título dentro del género, proporciona bastante entretenimiento y diversión para satisfacer al aficionado que busque pasar un buen mal rato, de los que se disfruta especialmente en una oscura sala de cine.
Estreno en las salas españolas el 1 de junio
