Un año más para este emblemático evento [comercial] relacionado (cada vez menos) con el cómic que celebra su tercera década de existencia. Aún así el 30 Salón Internacional del cómic de Barcelona, a pesar de las vapuleantes críticas a la organización que se han podido escuchar desde todos los puntos de vista internos (los externos, es decir el público asistente salvo tarifas, el resto como la seda, suave y bonito) es algo que reúne a todos alrededor de una afición, un modo de vida, un trabajo que hace olvidar por unos días el resto de problemas y sigue gozando de un buen público asistente.
La parte robótica me dejó frío (salvo la expo de originales), la parte musical-cosplay alejado de todo fue imperceptible y el megáfono como siempre inaudible, por lo demás grandes autores plasmando sus dibujos y firmas en cómics, ambiente divertido y encuentro/desencuentros mejores que en los muros del Facebook.
Deamo Bros – Sèrie B
Pudimos ver el stand dedicado a Prometheus y Abraham Lincoln – Cazador de vampiros.
Una de las maravillas del salón fue la exposición dedicada a David Sánchez, quién obtuvo el año pasado el premio a mejor autor revelación con su cómic Tú me has matado y este año presenta No cambies nunca.
Y como ya he remarcado antes muchos autores firmando y buen ambiente.
Un inciso que querría destacar en estos días de celebración del cómic es el nacimiento y (exitosa) presentación de la editorial Entrecomics Comics que se lanzan con Woomiloo Moowiloo (el fantástico webcomic ahora en papel).
Chico Suicida tampoco quiso perderse este salón, y aunque de una forma muy discreta estuvo presente.
Le pediremos a los gatos de la suerte que el próximo sea mejor.