Sacha Baron Cohen, más conocido como «el de Borat», regresa como guionista y productor a la pantalla grande con la comedia El dictador. Pero cuando digo comedia, hablo de una en la que te arranca alguna carcajada y no como las que dicen que son y luego es aburrida (Project X, Extraterrestre, Casa de mi padre, …) Abandonando el recurso que tan bien le funcionó, y que sorprendió a todos, el de la cámara oculta que utilizó en Borat y en Bruno. El dictador se construye como una película de ficción pero que no abandona la crítica sarcástica hacía las costumbres humanas y la política.
La sinopsis: El dictador ante el peligro de perder su condición de gobernante arriesgará su vida porque eso no suceda teniendo como telón de fondo Estados Unidos, famoso país por defender la (supuesta) libertad de sus ciudadanos.
Puede sonar gratuito pero cuando las cosas están bien hechas te ríes desde el segundo uno, cosa que sucede en El dictador con la dedicatoria que aparece al inicio. Tiene paralelismos con Borat ya que uno de los puntos fuertes es la caracterización del país donde proviene el protagonista, así como su adaptación a otro tipo de sociedad, aquí más el cambio de rango en la sociedad (de Supremo mandatario a pobre).
En El dictador aparecen a modo de personajes o cameos actores como Ben Kingsley, Anna Faris, John C. Reilly, Megan Fox, … tampoco quiero desgranar mucho más, es una película que realmente entretiene y divierte. Pero como a Sacha Baron Cohen lo que en realidad le motiva es sacar a luz las entrañas de la realidad acaba con un muy lógico y sangrante discurso final que da a entender que lo que nos venden los políticos no es libertad.
Estreno en las salas españolas el 13 de Julio.