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Blair witch

El dúo formado por el director Adam Wingard y el guionista Simon Barrett, que empezaron a colaborar juntos en la película A Horrible Way to Die (2010), ha realizado una secuela de El proyecto de la bruja de Blair (The Blair Witch Project, Daniel Myrick, Eduardo Sánchez, 1999) que no solo está a la altura del original, sino que también supera en calidad la mayoría de títulos de found footage estrenados en los últimos años.

Blair witch

El argumento de Blair Witch (2016) es bastante sencillo: después de encontrar nuevas imágenes en Internet de su hermana Heather, que desapareció en el bosque habitado por la bruja de Blair, James (James Allen McCune), acompañado de un grupo de amigos, decide reemprender la búsqueda de Heather en el misterioso bosque. Esta sencillez permite a Wingard y Barrett sumergir al espectador en una absorbente pesadilla.

Tal vez sea difícil de entender para aquellos nacidos durante los 90 el fenómeno que fue El proyecto de la bruja de Blair, especialmente después de la saturación de found footage que hemos sufrido en la última década. Pero en 1999 el público no estaba acostumbrado a este estilo de narrativa (por lo menos aquellos que no eran aficionados al cine de caníbales), lo que ayudó a convertir el film de Daniel Wyrick y Eduardo Sánchez en un gran éxito. Sin embargo, el fenómeno fue aún mayor en Estados Unidos, donde el film se convirtió en pionero al usar Internet y la publicación de varios libros como manera de convencer al público de que lo que veían era real (cosa que funcionó en un sorprendente número de espectadores). Así, una película hecha con un presupuesto casi inexistente consiguió recaudar millones, convirtiéndose en la película independiente más taquillera de la historia. Por supuesto, este enorme éxito hizo que de forma automática Artisan, distribuidora del film en Estados Unidos, pusiera en marcha una secuela: El libro de las sombras: BW2 (Book of Shadows: Blair Witch 2, Joe Berlinger, 2000).

Fotograma de Blair Witch

Esta secuela es completamente ignorada en la nueva Blair Witch. Y tampoco resulta extraño. Rodada aprovechando el éxito de La bruja de Blair, la película adoptó un estilo metalingüístico, comentando los efectos del estreno del falso documental al tiempo que intentaba ser una película de terror más tradicional, y fue un fracaso. No gustó a los fans que querían un film en la línea del primero, no gustó a Myrick y Sánchez ya que se hizo sin su consentimiento y sin que intervinieran artísticamente, no gustó a la productora ya que perdieron dinero y, finalmente, no gustó a su director Joe Berlinger ya que la productora le forzó a realizar diversos cambios en el film (como los saltos hacia delante y atrás en la narrativa). A pesar de todo, he de admitir que a mí me gusta como película aunque se nota que fue realizada por alguien a quién no le gustaba El proyecto de la bruja de Blair como confesó Berlinger.

Pero Blair Witch cuenta con la bendición de Myrick y Sánchez, que participan en el film como productores ejecutivos. Participación que se nota en cómo Wingard y Barrett desarrollan la mitología introducida en la primera película para que sus personajes vivan una terrorífica ordalía. Aún así, teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado entre las dos películas, esta nueva entrega se puede disfrutar sin estar necesariamente familiarizado con La bruja de Blair, aunque es obvio que enriquece la experiencia.

Fotograma 2 de Blair Witch

Uno de los aspectos más interesantes del film de Wingard es la manera en que construye la narrativa visual, evitando los errores y los aciertos de otros títulos del género. No es que Wingard sea nuevo en el género del found footage, ya que fue, con Barrett como guionista, uno de los directores que participó en las fantásticas V/H/S (2012) y V/H/S/2 (2013). El director logra que los momentos de grabación resulten muy naturales, apagando y encendiendo la cámara en los momentos lógicos. Además, aprovechando las nuevas tecnologías, en particular el Bluetooth y los drones, se logra crear un discurso visual variado y efectivo que convierte al espectador en protagonista de la acción.

El tercer acto de Blair Witch nos lleva por territorio conocido, pero, en esta ocasión, la utilización de las leyendas que giran en torno a los fenómenos sobrenaturales que tienen lugar en algunos bosques de Estados Unidos ayuda a crear un absorbente relato de terror de tintes lovecraftianos. Esta vez, Wingard y Barrett no deconstruyen un género sino la realidad de los sufridos protagonistas de su película. De este modo, evita ser una simple repetición de lo que ya hemos visto y se le añade una complejidad que se apreciará mejor con múltiples visionados.

En esta película, el espectador se ve sumergido de lleno en el horror que habita en los bosques de Burkittsville. Blair Witch es la secuela que los fans llevan más de una década esperando, un muy recomendable y tremendo film de terror.

Estreno en las salas españolas el 4 de noviembre

© Imágenes: eOne Films
Blair witch

Blair witch
Han pasado veinte años desde que la hermana de James (James Allen McCune) y dos amigos suyos desaparecieran sin dejar rastro en los bosques de las Colinas Negras, en Maryland, mientras investigaban la leyenda de la bruja de Blair. Ahora, el propio James y sus amigos Peter (Brandon Scott), Ashley (Corbin Reid) y la estudiante de cine Lisa (Callie Hernandez) se adentran en esos mismos bosques cámara en mano con intención de desentrañar el misterio de su desaparición.

Al principio, el grupo se muestra esperanzado, sobre todo tras conocer a un par de lugareños, Lane (Wes Robinson) y Talia (Valorie Curry), que se ofrecen para hacer de guías por los oscuros y sinuosos bosques. Pero, a medida que avanza la interminable noche, sienten el acecho de una amenazadora presencia.

Poco a poco, los jóvenes se van dando cuenta de que la leyenda es mucho más real y siniestra de lo que podrían haber imaginado.

Directed by: Adam Wingard
Starring:

James Allen McCune
Corbin Reid
Brandon Scott