Aunque parece que lleva toda la vida interpretando personajes de tebeo, Vin Diesel se estrena como protagonista de una adaptación de un cómic de superhéroes (ya sé, ya sé, le puso la voz a Groot en las distintas apariciones de los Guardianes de la Galaxia en el Universo Marvel, pero eso no cuenta como protagonista, creo yo). Diesel es el héroe homónimo de Bloodshot (Dave S.F. Wilson, 2020).
Ray Garrison (Vin Diesel) es un soldado de élite que se convierte en el objetivo del terrorista Martin Axe (Toby Kebbell). Axe asesina a Gina (Talulah Riley), la esposa de Garrison, y luego lo mata a él. O por lo menos eso cree Martin. Garrison vuelve a la vida cortesía de la tecnología desarrollada por el doctor Emil Harting (Guy Pearce). Y vuelve a la vida con la capacidad de regenerarse y su fuerza aumentada. Con la ayuda de otros proyectos del doctor Harting, como KT (Eiza González), Garrison buscará saciar sus ansias de venganza.
El personaje Bloodshot nace en el seno de la editorial Valiant, una de las muchas editoriales que surgieron de finales de la década de los 80 y durante los 90 con la intención de meterse en el mercado de superhéroes dominado por DC y Marvel (de hecho, Valiant fue creada por Jim Shooter, recordado editor de Marvel), algunas de ellas luego absorbidas por DC y Marvel. Bloodshot es uno de los personajes más populares de Valiant, así que tiene sentido intentar meterse también en el mercado cinematográfico empezando por él. Sin embargo, la película Bloodshot es bastante contenida, sin meter referencias a otros personajes y futuras tramas, con una historia que tiene principio, mitad y, muy importante, final. Es decir, evita el error de otros intentos de crear un universo a partir de una película llenándola de alusiones y digresiones que distraen de la historia principal.
Bloodshot también ofrece varios momentos visualmente muy logrados y efectivas escenas de acción. Pero por todo lo que hace bien, nunca acaba de ser una película regular. Sus primeros minutos son muy tópicos pero, por razones que no voy a destripar (pero resulta interesante la elección de meter a Guy Pearce en el reparto), es algo buscado que lleva al SORPRENDENTE GIRO DE GUION. Y parece que los cineastas están tan convencidos de lo sorprendente que es su SORPRENDENTE GIRO DE GUION que no se trabajan en exceso el resto de la película.
El resultado es que no es una de esas películas que trasciende el género, en el sentido de que no llamará demasiado la atención de aquellos y aquellas que no estén ya predispuestos a disfrutar de este tipo de películas. Pero los aficionados al cine de acción y los fans de Vin Diesel (y Eiza González) puede que la encuentren medianamente entretenida.