El director Richard Linklater regresa a nuestras pantallas, tras el éxito de Todos queremos algo (Everybody Wants Some!!, 2016), con La última bandera (Last Flag Flying, 2017). Una película más dramática, sin abandonar la comedia, que adapta una novela de Darryl Ponicsan. Esta novela es una secuela de El último deber, del mismo autor, llevada al cine en 1973 por Hal Ashby, aunque según Linklater ambas películas no están conectadas como las novelas.
Año 2003. Larry “Doc” Shepherd (Steve Carell) decide preparar una reunión con sus antiguos compañeros de Vietnam Sal (Bryan Cranston) y Mueller (Laurence Fishburne), con el objetivo de que le ayuden a enterrar a su hijo, muerto en la guerra de Irak.
Linklater logra un buen equilibrio entre la comedia y el drama, pero en ocasiones parece algo impostado. Como si recordara súbitamente que esta haciendo un drama y añadiera un momento sobrio y melancólico antes de continuar con la comedia. Aunque el problema que tiene realmente la película es que no dice nada que no hayamos escuchado ya muchas veces con anterioridad, sobretodo cuando va tratando paralelismos entre la guerra de Vietnam y la de Irak. En estas escenas la película resulta sorprendentemente obvia y poco sutil, lo que provoca que resulte un film más bien superficial y poco interesante en ese sentido.
Lo que es de primer nivel es el reparto. Steve Carell, Bryan Cranston y Laurence Fishburne ofrecen fantásticas interpretaciones. Los tres navegan a la perfección entre la comedia y el drama, demostrando su habilidad para dar vida a un personaje frente a la cámara, dándose juego y ensalzando el trabajo de cada uno. Cada personaje tiene un momento de protagonismo, aunque Cranston destaca especialmente al ser el personaje más políticamente incorrecto.
Estas interpretaciones hacen que los momentos cómicos sean más divertidos y los momentos dramáticos más significativos. Por lo que la insípida ejecución del guion resulta frustrante. La historia podría haber sido más potente sin esos momentos tan obvios que parecen transmitir cierta preocupación del director por que no se capte su Mensaje. De todas formas, gracias al plantel principal, La última bandera es una película recomendable, aunque no sea el mejor trabajo de su director.
Estreno en las salas españolas el 16 de febrero