Josh (Ben Stiller) es un director de documentales que lleva 10 años intentando terminar su última película. Cornelia (Naomi Watts), productora que trabaja con su padre, el prestigioso Leslie Breitbart (Charles Grodin), se encuentra descolocada entre sus amigas que la presionan para que tenga un hijo aunque ella no quiera. Ambos se encuentran ligeramente desorientados. Pero las cosas cambian cuando conocen a una joven pareja, Jamie (Adam Driver) y Darby (Amanda Seyfried), cuya amistad les afectará profundamente y no de forma enteramente positiva.
Siempre se agradece que los directores dejen bien claro el tema de su película, porque así los críticos lo tenemos más fácil para parecer agudos e inteligentes. Es lo que hace Noah Baumbach en su última película estrenada en España Mientras seamos jóvenes (While We’re Young, 2014) –Mistress America es su última película, de nuevo junto a Greta Gerwig-, que deja desde el principio bien claro que su film trata sobre los conflictos generacionales. Concretamente, como la Generación X (también conocidos en su día como J.A.S.P., jóvenes aunque sobradamente preparados, debido a una exitosa campaña publicitaria) se enfrentan al hecho de que ya no son los jóvenes que se han de comer el mundo y que han de dejar paso a los hijos del milenio.
Este conflicto se muestra con la relación entre la pareja que forman los personajes de Ben Stiller y Naomi Watts (Birdman), la cual sufre un ligero caso de síndrome de Peter Pan, y la pareja que forman los personajes de Adam Driver y Amanda Seyfried (Ted 2, Los miserables), unos hipsters que resultan bastante irritantes (aunque de eso se trata en la película). Un conflicto que se desarrolla de forma predecible, aunque interesante gracias a las interpretaciones del cuarteto protagonista.
Pero no este no es el único tema que trata Mientras seamos jóvenes. En cierto modo, es como si Baumbach convirtiera en villanos a los protagonistas de su Frances Ha (2012), trepas dispuestos a todo por triunfar. ¿Es así cómo funciona el mundo? ¿Hay que estar dispuesto a todo para llegar a la cima? Es algo que el personaje que encarna Ben Stiller deberá considerar para sobrevivir.
Baumbach incide de nuevo en personajes que sufren cierta desorientación existencial para ver como intentan enderezar su vida mediante una comedia más o menos acertada. Aunque en este caso pesa más el “menos”. Los conflictos generacionales son algo universal, ya en su día Ben Stiller protagonizó otra película que enfrentaba a la entonces nueva Generación X con la anterior generación surgida del Baby Boom, la irritante Bocados de realidad (Reality Bites, Ben Stiller, 1994), de modo que la única diferencia es como cambian las diferentes generaciones para acabar siendo iguales que la generación que las precedió.
Es una comedia dramática que tiene algunos aciertos, como ya he mencionado: las interpretaciones son bastante buenas. Pero no aporta nada nuevo al género, en este sentido te deja algo bastante indiferente.
Estreno en las salas españolas el 4 de septiembre.
Es entonces cuando ambos conocen a Jamie y Darby, una pareja de jóvenes espíritus libres, espontáneos y sin ataduras, dispuestos a dejarlo todo en busca de su próxima pasión – juegos de mesa retro un día, comprar un pollo como mascota al otro. Para Josh, es como si se le hubiera abierto una puerta de vuelta a su juventud – o a la juventud que quiso haber tenido.