Presentada como una cenicienta moderna del siglo XXI, todo porque nuestra protagonista, una chica de diecisiete años que trabaja recogiendo las basuras del vecindario y vendiendo ropa a los puestos de los mercadillos, debe responder ante su «madrastra» (su abuela) mientras cumple con lo establecido, y por lo tanto su cometido, dentro del reino en el que vive.
Cuidando de su hermana pequeña a la que insta en llevar por el buen camino a pesar de los constantes estímulos en el sentido contrario, Nevia (Virginia Apicella), nuestra cenicienta, sonríe ante todos y las adversidades para salir adelante, a todos menos a los que se supone que debe hacer. A su abuela, al jefe mafioso de esta y, por último, el hijo del jefe que siendo mucho más mayor que ella la quiere como esposa.
Nevia (Nunzia De Stefano, 2019) es un retrato de la parte más pobre y marginal de la sociedad, del menudeo y la supervivencia, la miseria oscurece cada uno de los rincones y solo la aparición de un circo da un pequeño destello de esperanza a la protagonista que de pronto descubre un modo de cambiar su vida. Un drama familiar del que no se explica mucho, ni falta que hace, el presente, sucio y tramposo, es el que cuenta. Todo parece rodar según las circunstancias para un futuro no escrito pero dado por sentado para Nevia sin contar con su conformidad, aunque ella quiera algo distinto, algo mejor.
Es un filme que va a velocidad de crucero mostrándonos cómo es la vida que rodea a la protagonista, descubriéndonos poco a poco su relación con su hermana, su abuela o su tía, también con los mafiosos con los que trata. Se espera un gran pico de acontecimientos pero en realidad todo transcurre apaciblemente aunque se estén empeorando las cosas. No es bueno, ni malo, el director quiere reflejar más una realidad que no una historia en tres actos, aunque finalmente existe ese desenlace catártico.
Esta producción italiana tocará la fibra de los espectadores más sensibles, nos descubrirá a todos una gran actriz (Virginia Apicella) y, por descontado, veremos una ficción que poco o nada tiene que envidiar de una realidad que no siempre tenemos en cuenta.
Disponible en Filmin hasta el 10 de mayo durante el D’A Film Festival Barcelona 2020.