Obsesión (The Boy Next Door, Rob Cohen, 2015) es una versión MILF de Atracción fatal (Fatal Attraction, Adrian Lyne, 1987) que puede provocar cierta descolocación espaciotemporal, ya que es posible que mientras el espectador la está viendo experimente la sensación de estar un domingo por la tarde frente al televisor viendo un cutrefilme. Y básicamente es casi lo único que puede provocar.
Claire Peterson (Jennifer Lopez) es una profesora de instituto que está en proceso de separarse de su actual marido, Garrett (John Corbett), el cual la engañó con otra mujer. En la casa de al lado se traslada Noah Sandborn (Ryan Guzman) para vivir con su tío. Noah se siente atraído por Claire y una noche, después de una mala cita, Claire responde a las insinuaciones de Noah y pasan la noche conociéndose en el sentido bíblico del término. A la mañana siguiente, Claire se arrepiente, pero Noah no está dispuesto a dejarlo correr y empezará a acosar a Claire, poniendo en peligro la vida de su familia y amigos.
Esta película comparte algunos de los problemas de Cincuenta sombras de Grey (Fifty Shades of Grey, Sam Taylor-Johnson, 2015): son tan light y tan suaves, que es demasiado obvio su mensaje conservador y tradicionalista, donde se condena cualquier cosa que se salga de lo “normal”. Atracción fatal no es que sea una buena película, pero sus excesos la hacen divertida de ver y uno puede ignorar su mensaje tranquilamente. Pero como Obsesión pretende ser un thriller serio, acaba aburriendo y no es lo suficientemente mala como para que por lo menos sea divertida de ver. Además de que como thriller resulta un film bastante típico y predecible.
Después de ver Atracción fatal, El portero de noche (Il portiere di notte, Liliana Cavani, 1974) o El placer de Venus (Le malizie di Venere, Massimo Dallamano, 1969), películas como Obsesión o la mencionada Cincuenta sombras parecen Disney. En conclusión, creo que podéis seguir con vuestra vida tranquilamente sin ver Obsesión.
Estreno en las salas españolas el 19 de marzo.