Película de «superhéroes», siendo esto lo menos importante de la trama, bueno… a lo que menos importancia se le da. Ôgon batto, que viene a significar Golden Bat (Murciélago dorado), es un metraje de 1966 que me ha encantado. Desconocía su existencia hasta hace apenas unos días, estaba visitando la excelente web Ultraguro cuando vi un cartel de la película, me llamó fuertemente la atención, no esperé un instante en descargarlo.
Como ya he dicho, me ha encantado, mi intuición no me ha hecho una mala jugada (me ha traicionado en más de una ocasión haciéndome ver autenticas basuras).
Había escrito una larga descripción del argumento, pero prefiero ser escueto por el momento, la tierra se encuentra en peligro tras la amenaza de choque del planeta Icarus, un grupo de científicos-astrólogos tienen el arma definitiva tan solo deben buscar el cristal que soporte el potente rayo que pueda destruir el planeta, de mientras el Dr. Erich Nazō impedirá que puedan llevar cabo la salvación para poder dominar el universo.
Ôgon batto, nace como novela pulp en 1930 por Takeo Nagamatsu, siendo el primer superhéroe Japonés. Es un hombre fornido con una calavera dorada como cabeza, su cuerpo también es dorado, lleva tan solo una capa roja y una vara de plata que dispara rayos, además tiene la capacidad de volar y convertirse en un murciélago. Osamu Tezuka hizo su primera encarnación al Manga que aparece junto a Mr. Pompus de Astroboy, pero fue la versión del mangaka Daiji Kazumine (creador de Ultraman) la que se hizo famosa, y seguidamente se realizó la película que nos ocupa, dirigida por Hajime Sato, escrita por el creador junto a Susumu Takaku e interpretada por Sonny Chiba. Dos años después nació la serie de animación que se dio a conocer en tierras latinas como Fantasmagórico, (y es de lo que más información hay en la red de este héroe). Lo que supongo que no llegaría nunca a las televisiones españolas, puesto que remarco que hasta hace unos días ni mú de esta calavera dorada.
Ahora si, destripando un poco más el argumento de la película, les contaré que la misma empieza con una canción que reza que Ôgon batto viene a protegernos de los monstruos alienígenas, tras los créditos iniciales. Un joven está observando el cielo con un telescopio y ve como un «meteorito» se está desviando de su trayectoria, alerta del peligro que corre la tierra en el observatorio pero no le hacen caso. De vuelta a su casa es retenido por unos desconocidos que lo llevan a una base secreta donde unos astrólogos son conscientes del problema, y le proponen formar parte del equipo para solucionarlo, aunque segundos después le muestran su arma definitiva el Super cañón laser destructor, tan solo necesitan un cristal resistente al rayo. Tras el fracaso de la primera expedición en su búsqueda, se dirigen ellos a la última señal recibida llegando a una isla que no aparecía en ningún mapa (ni rastreador de señal), es Atlántida. Al aterrizar son atacados por el Dr. Erich Nazō (monstruo de la película) responsable de desviar el ‘meteorito’ en su plan para gobernar el espacio. El equipo de astrólogos se esconden dentro de unas ruinas de una antigua civilización. Ahí descubrirán el faraón que esconde en su interior a Ôgon batto, que tras una escritura revela que despertará después de 1.000 años para salvar a la humanidad, tan solo necesita recibir una gota de agua para despertar de su letargo. Aquí lo despiertan y les salva el pellejo, y ya no vuelve a aparecer hasta el final. Los astrólogos consiguen su cristal especial y completan el arma, tan solo deben esperar a que el meteorito se acerque lo necesario para poder dispararle y ser efectivo, pero tampoco pueden dejar que se aproximen mucho, sino la explosión afectaría a la tierra, deben pasar 7 días. Lo que permite al malo hacer de las suyas.
Salvo las sobreactuadas interpretaciones de alguno de los personajes, la comprensible baja calidad (por la época en que están realizada) de algunos trajes, sobre todo la del malo malísimo (ver foto), obviando alguna diferencia generacional a la hora de dar a entender qué y que se vean los cables en el murciélago de plástico o las naves es lo de menos. El resto me ha parecido genial, la fotografía, la intención en la producción, los personajes, la estructura de la historia, así como la presentación del héroe y la sucesión de hechos, siendo la película de héroes que más me ha sorprendido últimamente, es la película de héroes donde el héroe es lo que menos importa, gran parte del metraje se centra en como unos humanos tratan por sí mismos de salvar la tierra, desde la construcción del arma, la vigilancia de la misma con el pasar de los días (tienen que esperar 6-7 días para poder usarlo con efectividad) todo sin la ayuda de héroe, mientras el malo va intentando de las suyas. Vale que al final es Ôgon batto quien saca las castañas del fuego, pero ha sido al final, por su varita lanza rayos y la capacidad de volar, que el resto lo han pensado y hecho los humanos. El héroe solo se limita a aparecer riéndose y enfrentándose al malo en una pelea como si en un cuadrilátero se tratase, lo que le va es la acción.
Me ha encandilado de tal manera que no me importaría seguir viendo más cosas de Ôgon batto, existe una secuela realizada 6 años después Ôgon Batto ga yattekuru pero que no encuentro, sobre la serie de animación está harto difícil también. Lo que realmente me gustaría, es leer su origen, la novela pulp, imaginarse a este personaje en esos años es de total admiración.