La nueva película de Kevin Smith sorprenderá a todos, un poco como cuando Woody Allen rodó Match point que descubrimos que detrás del cómico existía un gran director, es un poco el lastre de los «payasos», de vez en cuando deben demostrar que saben llorar y no solo reír. El conocido director de New Jersey hace años que ha querido dejar de lado su universo View Askew para labrarse una nueva carrera con comedias para todos los públicos (Jersey Girl, ¿Hacemos una porno?, Vaya par de polis) aunque sin mucho éxito, pero sorprende ahora con una de género de terror, pero no de susto fácil, sino del psicológico social con mal rollito que atenta contra los creyentes religiosos (en el que tantas veces Smith se ha reído, por ejemplo: Dogma). Red state se estrenó en Sundance Film Festival y ha sido el reciente ganador del premio a mejor película en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges.
Escrito y dirigido por Kevin Smith, Red state nos adentra en la historia a través de tres chicos que buscan sexo fácil; y se topan con una homófoba y fundamentalista secta religiosa. Ocurriendo todo prácticamente en el transcurso de una noche descubriremos que las incontrolables hormonas de unos chavales, la ineptitud de un sheriff, la demencia de una familia y la deliberada libertad social puede llevar a horripilantes tragedias.
Tiene un casting envidiable en cuanto a calidad se refiere, con un fantástico (y también galardonado en Sitges) Michael Parks al frente, participa un mayor John Goodman, Melissa Leo y actores de la pequeña pantalla como Anna Gunn, Kerry Bishé, Kyle Gallner, …
En un primer vistazo puede parecer una película sencilla, pero no es así, sorprende y además de la notable crítica negativa hacía los fanáticos religiosos (aunque no hiriente), de forma sutil establece un dilema moral en los supuestos buenos (la policía); sin salvar las distancias personalmente me ha recordado, y mucho, a La noche de los muertos vivientes de George A. Romero de 1968. Ambas ocurren en una noche (como ya decía), los personajes están encerrados en una casa, y la ley del orden es ajeno a lo que pasa y permanecen fuera imponiendo su propia seguridad. Llegando a suceder unas mismas situaciones, aunque no descartaría que Smith lo hiciese de forma inconsciente. Y levemente y hasta cierto punto tiene algo de Los renegados del diablo de Rob Zombie, por el tiroteo.
En definitiva, Kevin Smith convence y sale airoso en su primera incursión de cine «serio», por lo que habrá que ver si fue algo casual o no, espero que sea lo segundo. Pero primero deberá romper su palabra de que esta iba a ser su última película.