El manga nos ha traído a nuevos autores clónicos del arte de Akira Toriyama, por ejemplo, pero ¿qué hay de los que aprendieron de los maestros del tebeo de aquí? Nos referimos, por mencionar algunos, a Francisco Ibáñez, Josep Escobar o Jan, creador de «Superlópez». De este último, podríamos decir que Fran Copper parece un alumno aventajado, el autor adopta y hace suyo el estilo de cómic de personajes narizones, que mezclado al magno mundo de los superhéroes, da por resultado «Superlativo», una obra muy peculiar e interesante.
Ambientado en Valled’olid, año 2185, la historia nos sitúa en un futuro donde el mundo está superpoblado, incluso abundan demasiados superhéroes por lo que existe la DAE (Departamento contra Amenazas de Extinción), una organización para controlar y regular sus actividades con el propósito de evitar destrucciones masivas de las ciudades. El protagonista es un superhéroe de clase 6, el nivel más alto, solo que está en sus horas bajas.
Los mejores tiempos de Superlativo son cosa del pasado y su mala fama le precede. Ahora mendiga poder aceptar nuevas misiones, sin embargo, es enviado a limpiar chatarra en el espacio exterior. Allá interceptará comunicaciones de un satélite extraviado que amenazan con acabar con el mundo, pero le han pedido que se limite a hacer su trabajo sin provocar ningún estropicio más, de modo que duda si tomar cartas en el asunto, o no.
La obra no pretende imitar ni captar qué fueron esos cómics de la época Bruguera, es algo que salta a la vista, tampoco es una parodia. Fran Copper simplemente adopta y transforma sus influencias en un nuevo estilo, en un contexto más fantástico y con unos detallados fondos y vibrantes colores que se asemejan más a lo que podríamos ver en una publicación de Marvel que en uno de «Mortadelo y Filemón».
Hay algo en el ADN español que crea a sus personajes protagonistas con cierta torpeza, casi más como un antihéroe. La trama de «Superlativo» sigue la misma línea y nos presenta la historia de un perdedor que busca redimirse, volver a su época dorada. Personajes marcadamente castizos, que se mueven en un ambiente cotidiano en el que podríamos encontrar incluso a maleantes, como podría ser «Makinavaja» de Ivà. En el cine me viene a la cabeza la saga de películas de «Torrente» de Santiago Segura, pero no podemos olvidarnos de la imprescindible película «Capa caída» (Santiago Alvarado, 2013), que es la que más relación tiene con esta obra al ser sobre un superhéroe español caído en desgracia.
Fran Copper demuestra maneras, las posibilidades de retomar este estilo tan patrio en nuevos formatos e historias, como la que nos ocupa, no es habitual y resultan interesantes. Podemos encontrar su proceso de trabajo en la exquisita edición de «Superlativo» por parte de Unbrained Cómics que cuenta con varios suculentos extras en su primera edición, desde las páginas finales en el que se incluyen bocetos o páginas a lápiz y tinta, a un póster desplegable firmado por el autor.
Superlativo
En el año 2185, una de las ciudades más pobladas del planeta está a punto de perecer a manos de un supervillano oculto a la sociedad. Pero la casualidad hará que sus planes se crucen con uno de los pocos superhéroes capaces. Esta es la historia de un clase 6 el nivel más alto hasta el momento…
60 págs. ColorRústica con solapas. 17 x 25,5 cm.
978-84-09-63517-7
Unbrained Cómics
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