MTV produce y emite una de las series más necesarias del momento. Sweet/Vicious está ambientada en las fraternidades universitarias de Estados Unidos en las que un par de chicas actúan como vengadoras nocturnas para imponer justicia y detener a los malos.
¿Y quiénes son los malos? Sweet/Vicious (que traducido sería Dulce/Cruel) pone en la ficción un grave problema que sigue viviendo muchas de las estudiantes universitarias, ser víctimas de una agresión sexual. Pero con el consiguiente problema de que si lo denuncian ante el director o los responsables de seguridad, estos quedan impunes por su indiferencia. Y si la chica decide hacerlo público, corre el peligro de sufrir acoso por parte de los demás estudiantes.
Parece mentira pero es algo que sucede más de lo que creemos, os recomiendo ver el documentalThe hunting ground sobre el tema.
Sweet/Vicious es una serie de comedia, drama y acción. Jules (Eliza Bennett) es víctima de una violación por parte del novio de Kennedy (Aisha Dee), su mejor amiga. Algo que irremediablemente afecta a su vida de la noche a la mañana. Pero poco más sabemos al respecto desde un principio, tan solo que ahora actúa de incógnito pegando tremendas palizas a los violadores de otras chicas. Ophelia (Taylor Dearden) la descubre en acción y no duda en investigar hasta dar con la persona tras la máscara. Irremediablemente tras un muerte accidental de uno de los malos, comienzan a trabajar juntas. Jules tiene la fuerza y Ophelia los conocimientos hacker para investigar a los chicos antes de actuar.
Es difícil imaginar una serie que trata un tema tan serio como el abuso sexual en el campus se utilice la comedia y la acción, pero lo hacen y consiguen entretener sin llegar a frivolizar en ningún momento sobre la gravedad del asunto. De hecho, considero que ayuda a visibilizar que el problema existe ante un público potencialmente joven.
En Sweet/Vicious se recrean, seguramente con demasiados tópicos, las fiestas con litros de cervezas, la actitud un tanto clasista entre diferentes fraternidades… pero sin buscar la burla como sucede en Scream queens, que juega más en la sátira. Además tiene ese momento de gente «de la calle» ejerciendo su propia justicia como superhéroes y aprendiendo de sus errores, como tantas veces se ha retratado en cómics y películas (Kick-Ass, Super).
Si la serie funciona es en parte gracias a la química de ambas protagonistas, Eliza Bennett (Broadchurch, Corazón de tinta) y Taylor Dearden (101 Ways to Get Rejected), hija de Brian Craston. El choque de dos mundos siempre es atractivo, en esta ocasión, el de una universitaria implicada con el sistema contra la estudiante alternativa, pasota, que huye de las jerarquías universitarias.
La primera temporada de Sweet/Vicious consta de 10 episodios que no flaquea en ningún momento, con un arranque más divertido y entretenido, que con el pasar de los capítulos se modera para tener sus momentos crudos y de concienciación. Porque ellas mismas se ponen en entredicho que lo que hacen tampoco es lo correcto. En cualquier caso muy recomendable, unos personajes protagonistas muy icónicos y la buena dirección de una ficción que, más allá de entretener, muestran un problema.