Asistimos ante una de esas piezas que la fuerte carga de incomodidad nos hace desear con todas nuestras fuerzas un final de cuento de hadas. Wildlike (Frank Hall Green, 2014) es la desesperada huida de una joven de 14 años que es llevada junto a su tío al que hace mucho tiempo que no ve, a miles de kilómetros de su casa en las lejanas y heladas montañas de Alaska. La razón, las turbias intenciones de este con ella… En su empresa Mackenzie, que es como se llama la joven protagonista interpretada por Ella Purnell, será capaz de confiar en extraños antes que en personas de su propia sangre. El cuidado y aprecio de estas la llevará a no saber como reaccionar y confundir que acciones son las correctas.
Los silenciosos escenarios naturales de Alaska se suman a los de los protagonistas creando una tensión permanente y una narración que variará de género en función de los personajes en juego; drama, intriga e incluso algo de comedia y aventura.
Bruce Greenwood (Star Trek: En la oscuridad) interpreta a René, un hombre maduro y solitario que hará las veces de padre, tan ausente en la vida de la joven. La paternalidad con la que René trata de comprender a Mackenzie y protegerla de sus miedos conectará directamente con el espectador.
El duelo interno de Mackenzie se podría haber retratado de mil formas: en una cabaña en el bosque, en plena ciudad o incluso en un parque de atracciones; tal vez por ello Wildlike funciona, sintetizando el problema solo quedan las personas y sus miedos. Sin menospreciar lo extraordinario de los paisajes aunque no terminen de relucir y te dejen la sensación de simple imágenes de postales.
Película que he podido disfrutar durante el Americana Festival de cine independiente norteamericano 2016. Hay un nuevo pase de Wildlike hoy domingo 6 a las 16:00h.