Cómic

P.T.S.D.

El primer trabajo en solitario de Guillaume Singelin es una obra autoconclusiva de gran madurez, tanto en narrativa como gráficamente. «P.T.S.D.», cuyas siglas significa Trastorno de Estrés Postraumático en inglés, ha sido publicado en España por Grafito Editorial.

P.T.S.D.

De entrada, hay que hablar de la magnífica portada del cómic que dice mucho de lo que encontraremos en su interior, aunque al principio no seamos conscientes de ello. La protagonista vigila a esa sociedad que la mantiene apartada, de ahí su lejanía de la luz y en lo alto de un edificio para poder estar alerta de cualquier peligro en el frente.

Aunque no se llega a definir, todo transcurre en un lugar de aspecto oriental, y el cómic abre con una secuencia que sitúa a Jun, nuestra protagonista, en el campo de batalla, para luego descubrirnos que en la actualidad malvive en un barrio masificado, deambulando entre callejones malherida, desnutrida y con un estrés que la hace saltar con cualquier ruido cargando una arma imaginaria en sus manos y dispuesta a disparar. Es una exsoldado que ha vuelto de la guerra, pero que mentalmente nunca ha abandonado.

Los veteranos de guerra como ella están en la calle, han sido abandonados y son repudiados tanto por los de arriba como por los de abajo. Todo es dolor y la única opción que les queda es ceder ante las bandas que actúan como mafias y manejan los calmantes que necesitan. Algo que Jun no lleva nada bien.

Con un argumento que, en líneas generales, podría recordar a las grandes obras del cine como Acorralado (First Blood, Ted Kotcheff, 1982) o Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976), encuentro que Guillaume Singelin va más allá explorando las secuelas tanto personales como globales de los excombatientes que dota a la historia de más humanidad. De hecho, «P.T.S.D.» muestra con hechos, escenas y viñetas, sin peroratas de tres al cuarto que ya quisieran muchos profesionales del medio, sobre la importancia de la solidaridad entre ciudadanos, de la empatía por el prójimo, del derecho a rectificar y aprender, de la esperanza a un mañana mejor… Es una historia trágica pero humana, con momentos de tensión máxima y acción.

Página de PTSD de Guillaume Singelin

Pero si algo entra por los ojos, es el estilo gráfico tan personal y distintivo de Singelin, que se aleja del realismo que cabría esperar de una historia como esta. Con un diseño de personajes y escenarios que evoca tanto a la animación como el manga, y un uso del color tipo acuarela que, ahora sí, puede recordar más al cómic francobelga. Su dibujo juega entre el boceto, la línea fina y el color atmosférico que va de un entorno a otro acompañando siempre el tono de la historia.

Una muestra del enorme talento de su autor es que, con toda esta mezcla, logra una coherencia pasmosa que puede hablarnos de cosas feas como bonitas, y no importa porque ya tiene toda nuestra atención del mundo.

El volumen finaliza con un par de textos que hablan sobre la complejidad de tratar un tema como el trastorno de estrés postraumático y lo beneficioso de una medicina gráfica como esta que ayuda a crear esa perspectiva de la que normalmente carecemos.

Ahora mismo, «P.T.S.D.» se encuentra en preventa hasta este fin de semana, si lo reservas lo obtendrás con un montón de extras que luego desearás tener. También puedes leer las primeras páginas del cómic aquí.

Portada de PTSD

P.T.S.D.

Hemos vuelto de una guerra que duró demasiado. Ya no estamos en el campo de batalla, pero nos la trajimos con nosotros. Ahora vivimos en la calle, abandonados. Es difícil confiar cuando siempre estás alerta, es imposible dormir cuando los recuerdos te persiguen y solo se callan con calmantes.


200 págs. Color Rústica con solapas. 17 x 24 cm.

978-84-124845-4-0

Grafito Editorial

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