¿Existen los cómics gais que no sean solo porno? ¿Son los cómics con protagonistas gais solo para gais? Exploramos un género desconocido y desmontamos prejuicios yendo de los clásicos a nuevas voces.
Es injusto clasificar los cómics protagonizados por homosexuales como “cómics de / para gais” y más cuando erróneamente pensamos que son exclusivamente eróticos o pornográficos. Como suele pasar en el resto de las artes, desde la literaria a la cinematográfica, en el cómic existe géneros como puede ser comedia, romance, terror, intriga, acción… indiferentemente de si sus protagonistas son homosexuales, heterosexuales u otros. La condición sexual no condiciona el género de sus historias y de eso queríamos hablar un poco. De autores y autoras que realizan todo tipo de cómics con protagonistas homosexuales.
El primero que habría que mencionar es a Howard Cruse, él fue el creador de Wendel, una serie de humor publicada en los ochenta donde sus protagonistas vivían su día a día con temas como el sida, la defensa de los derechos homosexuales… Además Cruse fue el fundador de la revista Gay Comix en cuya primera portada rezaba la siguiente frase: Lesbians and Gay Men Put It On Paper!. Así era, una publicación con historias que incluían trabajos de artistas que eran abiertamente transexuales, gais o lesbianas. A lo largo de dieciocho años se publicaron veinticinco entregas y contaron con artistas de renombre como Mary Wings (creadora de los primeros cómics lésbicos, Come Out Comix [1972] y Dyke Shorts [1976]), Alison Bechdel (autora de Dykes to Watch Out, traducido como Unas bollos de cuidado por Egales y posteriormente como Unas lesbianas de cuidado por Rerservoir books, una tira de casi treinta años de existencia en la que la autora representó el colectivo lésbico con todo tipo de estrato social en la que al mismo tiempo de ser reivindicativas por sus derechos, ellas se divierten, se enamoran, se separan, tienen hijos, follan, … Y también es responsable de la multipremiada novela gráfica Fun Home de la que hablaremos más adelante), Roberta Gregory (que creó Dynamite Damsels [1976], el primer cómic lésbico underground seriado y Bitchy Bitch. Todo lo guarra que ella quiere ser [Recerca Editorial, 2003]) y muchísimos más. Esta publicación marcadamente homosexual estaba prácticamente destinada a un público muy concreto, les daba la libertad de crear esas historias que el mercado general precisamente estaba ignorando.
En España, tras fallecer el dictador Francisco Franco en 1975 y abolirse algunos de los artículos de la ley franquista sobre la Peligrosidad Social (en 1979) en las que se incluían multas hacia los actos de homosexualidad por la que se podía acabar en la cárcel o en un centro psiquiátrico, surgieron todo tipo de publicaciones ante una nueva sociedad más abierta. En esa época destaca por encima de los demás el trabajo de Nazario con su protagonista más popular y transgresora, Anarcoma (1978, primero en la revista erótica Rambla y después en las páginas de El víbora de Ediciones La Cúpula), una detective travesti que se mueve por el (actualmente desaparecido) barrio chino de Barcelona en sus tacones de aguja. Un cómic explícito que leían todo tipo de lectores. Otro autor a tener en cuenta es Pere Olivé que resaltaría con Sauna Ibérica (1985) y Nacho García, chico de compañía (1987, con un protagonista que ejercía la prostitución masculina) que fueron publicados en las páginas de Visado y Código 4, revistas gais de contenido variado. También encontramos en la época Olga Zana, una historieta sobre la burguesía corrupta española perpetrada por Carlos Berlanga (integrante del grupo Alaska y Dinarama). Y como suele ocurrir, la invisibilidad del papel de la mujer en épocas anteriores es evidente a causa del patriarcado y en el cómic lésbico de autoras españolas es incluso alarmante.
Una nueva forma de ver el cómic “de gais”.
Hasta entonces, generalmente, los cómics con protagonistas gais incluían momentos directamente eróticos o pornográficos, el público estaba falto de ese tipo de contenido. Pero pronto comenzaría a surgir nuevos autores que tratarían la cotidianidad de sus problemas diarios desde la comedia, acercándose de este modo a un público lector más amplio sin importar su condición sexual. Es el autor Ralf König, desde Alemania, con sus primeras obras largas: El Condón Asesino, El Hombre Deseado y Lisístrata (todas de 1987 y publicado en España por Ediciones La Cúpula); quién rompería finalmente el mal llamado género “cómics para gais”, el humor de sus historias era universal.
La apuesta española fue la revista Claro que sí (2005, Ediciones La Cúpula), la primera publicación de cómic gay del país. Claro que sí contó con una buena cantera de autores nacionales e internacionales que realizaban cómics homoeróticos pero que buscaban la línea marcada por König, quien también participaba. Pero llegaría en un momento en que las revistas de cómics tenían agotada ya su viabilidad en quioscos por lo que tan solo se publicarían cuatro entregas y dos especiales. En sus páginas encontrábamos a Sebas Martín, el mayor estandarte del cómic tragicómico con protagonistas gay de España con su tetralogía Estoy en ello, Aún estoy en ello, Los chulos pasan pero las hermanas quedan, Yo lo vi primero, No debía enrollarme con una moderna y Demasiado guapo (publicadas en Ediciones La Cúpula) en el que su protagonista Salvador (una especie de alter-ego del autor pero más desenfadado según sus propias palabras) vive los problemas de ligar, mantener una relación de pareja abierta, lidiar con su familia y la homofobia de una sociedad supuestamente progresista. Un dato curioso e interesante de la trayectoria de Sebas es que comenzó realizando cómic pornográfico para heteros en la revista Felator ante la incapacidad de poder publicar lo que quería, aunque alguna subtrama homosexual coló alguna vez. Después de hacer pequeñas historias y colaboraciones fue por entonces, con la aparición de Claro que sí, cuando pudo volcarse a trabajar exclusivamente de dibujar cómics.
Ismael Álvarez, responsable de la ilustración que abre el artículo, es otro de los grandes autores que participarían en Claro que sí, aunque su incursión en el cómic ha pasado por diferentes etapas (webs online, cómics de humor incluso paródicos [Video Guarra AI]), actualmente es uno de los ilustradores de temática gay más solicitados habiendo realizado carteles para En Clave Gay de el Salón Erótico de Barcelona, participado en publicaciones internacionales de moda, entre otros. Recomendable son las publicaciones antológicas de sus trabajos de ilustración (In yer face y Art Sex Life).
El cómic de humor gay llegaría incluso a la veterana revista de humor semanal El jueves que contaría con varias series regulares: Pepe Gay (2005) de Guillermo, Sauna Paradise (2006-2009) de Carles Ponsí, historias sobre el propietario de una sauna, y Luismi y Lola (2010) de Juanjo Cuerda protagonizado por un chico gay y una chica heterosexual.
Por otro lado, guionizado por Gema Arquero y dibujado por Rosa Navarro, tenemos Salidas de emergencia. Bollería fina (2007, Facto Ediciones), el primer cómic de temática lésbica creado en España. Un cómic de humor que sigue los tópicos del ambiente “bollo”.
Y con las novelas gráficas llegaron los nuevos lectores
A mediados del siglo XX las revistas de cómics eran tildados con retintín de que «es para los más pequeños de la casa» pero existían títulos de terror como Dossier Negro, Drácula o Vampus destinados al público adulto, y a finales de los 70 (época del fallecimiento de Franco, ¿casualidad? no lo creo) surgirían las publicaciones con alta carga sexual y violencia: Totem, El víbora, Cimoc… Tuvieron su auge pero a comienzos de los 2.000 prácticamente sobrevivían cuatro mal contadas. El mercado del cómic, en constante mutación, había impuesto las novelas gráficas. Un formato que ha generado toda una corriente de historias nuevas con estructuras más similares a un largometraje con su introducción, nudo y desenlace. Es aquí donde encontramos nuevos artistas que nos cuentan historias protagonizados por gais pero que no se “cierra” al público general al contar estas sin escenas eróticas o pornográficas, o muy pocas.
Generalmente los títulos con protagonistas homosexuales que más destacan sobre las demás en el mercado y la opinión pública incluye como eje central la revelación de la condición sexual de sus protagonistas, causa-efecto de una sociedad intolerante. Sin embargo necesarias ya que da pie a historias inspiradoras, y de superación personal y social. Pero no son las únicas, hablemos de títulos de cómics que siguen o escapan a esta temática general, de autores de aquí y allá.
En 2011 la desaparecida editorial Glénat publicaba Marica Tú con guion de Julián Almazán y dibujo de Alfonso Casas. El guionista nos cuenta en su primer guion de cómic largo, sus propias vivencias como treintañero al que han engañado e intenta acabar con su tristeza a base de polvos con todos los chicos que pueda ligar por Internet. Divertido, melancólico y un fiel reflejo de cómo Internet comenzaba a cambiar las reglas del juego para ligar de los homosexuales (y en realidad la de todos).
Alfonso Casas debutaba con este cómic pero no sería hasta el 2017 que publicaría su siguiente novela gráfica (y en solitario), El final de todos los agostos editado por Lunwerg. De por medio había publicado varios libros de ilustración donde mostraba su lado más sensible, libros de amores y desamores. En la novela gráfica El final de todos los agostos Alfonso Casas realiza un trabajo excepcional de guion y de composición narrativa. Dani, el protagonista de la historia, está a punto de casarse con su chico cuando decide viajar al pueblo donde creció. Lo que iba a ser solo unos días se alarga bajo malas excusas, Dani se está reencontrando con sus sueños de niñez y sus primeras experiencias homosexuales. Sin duda una obra muy madura capaz de inspirar a cualquier tipo de lector.
La mencionábamos antes, no podíamos ignorar Fun Home de Alison Bechdel editada por Reservoir Books, es una obra que ha acaparado la atención de las listas más importantes del mundo, la revista Time la incluyó en el primer puesto de su ranking de los diez mejores libros del año 2006. La novela gráfica es autobiográfica y la autora relata, además de su despertar sexual lésbico, la extraña relación que tiene con su padre, que tras fallecer descubre que él también era homosexual y estuvo manteniendo una segunda vida paralela en secreto.
Otro ejemplo de historia autobiográfica con protagonista lesbiana que sale del armario es la reciente Piruetas de Tillie Walden publicado por Ediciones La Cúpula en 2017. La autora cuenta cómo estando destinada a ser de mayor una patinadora artística profesional decide romper con todo y abandonarlo para descubrir su verdadero yo, incluso la de su condición sexual. Desde entonces Tillie Walden no ha parado de dibujar y cuenta con infinidad de obra por publicar.
La dibujante francesa Julie Maroh con su obra El azul es un color cálido editado por Dibbuks en 2013, título que tal vez os suene por su exitosa adaptación cinematográfica, nos pone en el epicentro de una joven relación de chicas recién enamoradas que deberán enfrentarse a una sociedad que no las acepta.
También me gustaría destacar Las cien noches de Hero de Isabel Greenberg editado por Impedimenta en 2017. Un cómic feminista con protagonistas lesbianas que está repleto de historias, dentro de otras historias protagonizadas por mujeres sobreviviendo en un mundo machista. Cherry está enamorada de Hero, su doncella, y juntas planearán como escapar de los hombres que quieren dominarlas para ser libres y juntas.
Los ejemplos se suceden y los lectores ya no ven distinción entre historias protagonizados por homosexuales o heterosexuales. Lo cierto es que esta “categoría” no debería existir, no estamos hablando de un material para excitarse, ahí cada uno escoja lo que le dé más morbo pero qué homofóbico sería seguir escogiendo las lecturas en función de si sus protagonistas son gais o no.
¿Y qué hay de los cómics de superhéroes?
MARVEL y DC, grandes sellos que en sus comienzos apenas contaron con personajes gais pero ya hay algunas excepciones. Estrella Polar de la formación Alpha Flight se creó desde un inicio como un hombre homosexual pero la censura lo mantuvo en el armario hasta que en los años 90 protagonizó un cómic para concienciar sobre el SIDA. Momento en que manifestó ser abiertamente gay, también sería el primer personaje de MARVEL en protagonizar una boda gay. América Chavez, es latina y lesbiana. La segunda encarnación de Miss América es una joven estudiante universitaria que entre clases se enfrenta con alienígenas malvados. MARVEL en su afán de crear cómics más incluyentes y diversos crea este personaje que goza de su propia serie.
En contrapartida, en DC tenemos a personajes más populares, por un lado está Wonder Woman, la princesa guerrera de las Amazonas. Personaje creado por el matrimonio formado por William Moulton Marston y Sadie Holloway Marston en 1941 y que, según se dice, respeta los códigos de conducta del BDSM, el bondage y el sadomasoquismo. La Mujer Maravilla, como se conoció en sus inicios por aquí, es un personaje bisexual que ha contado con amantes femeninos y masculinos. Por otro lado está Harley Quinn, partenaire de Joker, que ha tenido relaciones con personajes como Deadshot pero también con Hiedra Venenosa.
Mientras tanto en Japón… YAOI, BARA y YURI
En la década de los 70 nacía el género yaoi, término japonés que clasifica generalmente las obras de carácter sexual de relaciones entre chicos, un género muy popular entre las lectoras de manga. ¿Y si lo que nos gustan son las historias protagonizadas por chicos grandes y musculosos? entonces deberíamos buscar por bara, aquí son los hombres homosexuales los que más leen este género. Y lo contrario a estos géneros sería el yuri, que son las obras protagonizadas por relaciones entre chicas, de nuevo, el público dominante son las chicas. Tres palabras que englobarían todas las obras de representación homosexual y erótico en el mundo nipón. Los chicos heteros tienen el hentai, pero eso es otra historia.
Nueva sangre
Si indagamos en la nueva sangre que se foguea en los fanzines, publicaciones auto editadas, también tenemos ejemplos de obras protagonizadas por gais, para muestra un par totalmente diferentes. 50 Shades of Grrr del Studio Bara, varios autores ofrecen sus ilustraciones y cómics protagonizados por hombretones peludos que entran en la clasificación de oso. Y Le Garçon Bleu de Manuel Molvar, un cómic de humor que sigue la relación de dos chicos muy diferentes que están muy juntos… pero porque no tienen más remedio, viven en una casa muy pequeña.