Kate Beaton, con 22 años y tras acabar la universidad, decidió ir al otro lado del país para trabajar en las arenas petrolíferas con la intención de ganar dinero suficiente para liquidar su deuda universitaria. «Patos: Dos años en las arenas petrolíferas», editado por Norma Editorial, es su historia de esta experiencia que resultó ser tan reveladora como traumática y transformadora.
Obra autobiográfica que no solo habla de las vivencias de la propia autora, sino también de una dinámica que se repite y se mantiene casi por sistema, sin importar lo degradante, misógino, alienante y violento que pueda ser la situación.
Kate Beaton es una autora canadiense que se ha prodigado en el webcómic de carácter cómico, aunque una de sus obras más exitosas es el álbum infantil «La princesa y el poni» (publicado por Astronave), sin embargo, con «Patos: Dos años en las arenas petrolíferas» y sin llegar a abandonar del todo la comedia de situación, nos habla de su experiencia con momentos muy duros, el acoso constante y la dificultad de prosperar en un mundo dominado por hombres.
El cómic nos introduce en el drama de tener que asumir una deuda tras acabar los estudios y no poder optar a un trabajo que sea lo suficientemente sostenible, ya que de primeras, nunca obtienes un trabajo bien sin experiencia. Así que Kate decide hacer su Vente a Alemania, Pepe, emigrar a otro lugar por una temporada para trabajar por un mejor sueldo haciendo el trabajo que nadie quiere hacer. De Cabo Bretón a Alberta, de un extremo de Canadá a prácticamente el otro. No se trata de una innovación, pues la emigración de personas en Cabo Bretón es algo regular, el que más o el que menos, ha ido o está trabajando en la explotación petrolífera.
La historia arranca en el año 2005, la hiperconectividad que hoy en día disfrutamos gracias a los smartphones y las redes sociales era inexistente, Facebook apenas se ha implementado en web. Debido a esto, la distancia entre Kate y su familia es todavía aún más notable. Como se suele decir, estaba recién salida del cascarón, y un mundo nuevo se descubre ante ella. Entre las dificultades de encontrar trabajo y hacer nuevas amistades, pronto descubriría que como mujer joven, en un lugar con una proporción de 50 hombres por cada mujer, se convertiría en el centro de atención muy a su pesar. Piropos de mal gusto, conversaciones inoportunas, seducción con mejor o peor delicadeza, o, incluso, dejar de sentirse parte del equipo para llegar a ser un «trofeo» a conquistar.
Además de la situación personal de la protagonista, la obra también es una crónica y crítica del sistema empresarial explotador de los recursos humanos y del medio ambiente.
La autora narra de manera cautivadora y cercana, hace que empatices con cada situación y entiendas por qué la protagonista reacciona y piense del modo en que lo hace. «Patos: Dos años en las arenas petrolíferas» es una obra magnífica y, sin duda, no voy a lograr hacerle justicia con este texto, pues es un cómic que trata muchos más temas de los que comento y logra transmitir desde pequeñas ironías a grandes injusticias.
Patos: Dos años en las arenas petrolíferas
Con el único objetivo de pagar el préstamo estudiantil, Katie viaja al oeste para aprovechar la fiebre del oro negro de Alberta, algo que ya es una tradición para los habitantes de la costa este necesitados de empleos con buenos salarios que no pueden encontrar en su querido hogar. Katie descubrirá la dura realidad de la vida en las arenas petrolíferas, donde los traumas suceden a diario, pero raramente se discuten.
436 págs. Bitono Cartoné con sobrecubierta. 17 x 22,6 cm.
978-84-679-6048-8
Norma Editorial
Más información Comprar