Cuatro años después de Yo, asesino Antonio Altarriba y Keko perpetran una nueva fantástica obra que nos sumerge en la cabeza de un protagonista capaz de hacernos enloquecer. Yo, loco forma parte de lo que será en total la trilogía egoísta, tres obras independientes que tienen como nexo en común (además de una relación de personajes que se entrecruzan) en situar al lector en la piel de un personaje que traspasan los límites de lo común en la sociedad.
Ángel Molinos trabaja en la gran empresa Otrament donde con su experiencia como psicólogo y dramaturgo perfila y bautiza nuevas enfermedades para que sus asociados, la empresa farmacéutica Pfizin, generen nuevas drogas y más mercado a costa de la salud de las personas. Hace tiempo que Ángel escucha que Pfizin utiliza a humanos para probar sus nuevos medicamentos por lo que decide comprobarlo él mismo. Pronto, un compañero de trabajo le proporcionará un dossier con datos capaz de hundir la empresa pero se verá sometido a mucha presión para entregar y presentar pronto un nuevo perfil psicológico en un congreso de París mientras vive la batalla entre sus dos jefes y sufre fuertes pesadillas por las noches.
Antonio Altarriba y Keko se adentran en el insaludable negocio de las farmacéuticas y las enfermedades psicológicas para ofrecernos una gran thriller oscuro, paranoico en el que las malas praxis empresariales, las pesadillas y las guerras de poder se mezclan porque nada es blanco o negro. Incluso el cómic suma un color más a este clásico binomio, el amarillo, un color enfermizo que aporta profundidad y pistas en el cómic.
Haciendo uso de un mismo lenguaje que en Yo, asesino, leemos los pensamientos del protagonista en cartuchos separados de las acciones de la viñeta para comprender su doble personalidad y cómo, sin evitarlo, se adentra en un laberinto difícil de escapar, el de él mismo y sus cavilaciones obsesivas. Aunque se puede disfrutar de forma independiente, Yo, loco cuenta con algunas conexiones con personajes del anterior trabajo como la ex-pareja del protagonista del primero, que aquí ya es una artista plástica que trabaja para grandes empresas, por lo que amplían ese universo y dan profundidad añadida a la historia.
Yo, loco de Antonio Altarriba (El arte de volar y El ala rota) y Keko (4 botas) encantará los amantes del género negro, de los thrillers, de las conspiraciones… un gran cómic para cerrar el año.
Ángel tiene sueños oscuros. Vive atormentado por un pasado que no consigue dejar atrás refugiándose en el estudio de la psique de los demás para exorcizar la suya propia. Pero cuando un compañero que decide denunciar las malas prácticas de Otrament desaparece, entrará de lleno en una trama de conspiración, paranoia y terror que le arrastrará a las fauces de la locura.