Segunda novela gráfica de Sergi Puyol en la que no falta humor, intriga, teorías absurdas y psicodelia. Obra cuyo poyecto contó con una mención especial en el Premio Internacional de Novela Gráfica Fnac-Salamandra Graphic el año que ganó Náufragos, es ahora, tres años después, que ve la luz gracias a Apa Apa Cómics.
La sangre extraña entra por los ojos con su portada multicolor con brillo, y que termina por encantarte con su historia de múltiples planos argumentales en los que el protagonista es solo la conexión de todas.
Arnaldo es un tipo que odia los viernes pero por las radiantes sonrisas que abundan en las caras de los transeúntes con los que se cruza por la calle de camino a El hachazo, el bar que regenta su amiga, para quejarse de todo. Pero antes decide entrar en el colmado a por mandarinas. Allí sucederá el incidente, más tarde conocido como «el caso», donde Arnaldo será testigo de como a un hombre le da un telele y cae tendido al suelo mientras recita unas extrañas palabras, palabras que comenzará a resonar en su cabeza intentado descifrar ¿Qué significan? ¿Es una señal de socorro? Es en ese punto que Arnaldo se obsesiona con entender todo y comienza a afectarle en su vida, cuyas investigaciones le llevarán a cruzar límites insospechados.
Han pasado muchos años desde Cárcel de amor, su anterior trabajo extenso, aunque por el camino hemos podido leerle en fanzines como Un error extraño o participando en antologías como Rubor, sin embargo, con La sangre extraña Sergi Puyol muestra un trabajo más depurado y colorido, más ambicioso (como no podría ser de otra manera tratándose de una historia de más de 100 páginas) en la que logra una de las propuestas más interesantes y originales de los últimos años.
La sangre extraña es una novela gráfica de las que te secuestran, de las que comienzas a leer y crees que estás ante una historia aparentemente sencilla pero que tan pronto te ha mostrado las cartas, no puedes dejar de leerla porque por cada vez que intuyes cómo va a seguir, algo nuevo, y por muy disparatado que suene, hace acto de presencia y tú solo haces que pasar las páginas con ganas de saber qué más pasará.
Es difícil comentar más acerca de la trama de La sangre extraña sin revelar qué es realmente lo que sucede o qué temas tratan, pero tiene los suficientes ingredientes para gustar: elementos fantásticos, paranoicos, misteriosos, divertidos, … Como lector lees con las ganas de descubrir si ese mapa del tesoro que el protagonista se crea (metafóricamente hablando) realmente lleva a algo o no.
Sergi Puyol firma una excelente novela gráfica con un desenlace redondo que denota el trabajo realizado en el guion para que todo encaje sin dejar nada al azar. Finalmente el título de la portada, La sangre extraña, es lo menos raro del conjunto por lo que si ya te despertó la curiosidad, mi recomendación es que no dejes pasar más tiempo y acércate a su interior lo antes posible.
Arnaldo odia los viernes, odia trabajar odia odiar tanto, odia la vida. Pero incluso un holgazán nihilista se puede dejar seducir por el destello de la acción y el misterio.
Cuando se cruza un señor calvo que recita, en trance catatónico, una enigmática frase, su existencia se convierte en una búsqueda trepidante y obsesivamente quijotesca. Atravesará novelas rusas, hectolitros de cerveza, enigmas cotidianos, tótems mentales y dudas metafísicas. Lo difícil no es tener una obsesión.Lo verdaderamente complicado es no tener muchas más.
Uno puede escapar de cualquier sitio menos de su cabeza. Y la clave no reside en saber qué es la sangre extraña, sino en seguir viviendo después de haberlo descubierto.