El guionista de los cómics El arte de volar y El ala rota, Antonio Altarriba, se une al dibujante Keko (4 botas) para atraparnos en un thriller donde el protagonista es «el malo» de la historia. Yo, asesino (Norma Editorial 2014)
Con un potente blanco y negro, acompañado en ocasiones del color rojo para resaltar detalles además de la sangre de las víctimas, las páginas de Yo, asesino nos presenta al profesor universitario Enrique Rodríguez, un docente que estudia las obras de arte de Goya y que está a punto de ascender en el departamento. Pero lo que sus compañeros no sabe es su habilidad para cometer asesinatos, un artista que no repite su modus operandi y que responde solo al valor de su arte con el propósito de hacer trascender su obra pero de forma anónima.
Su meticulosa forma de trabajar, su anodina vida personal enfrentada a sus escarceos sexuales con alumnas, su prometedora vida profesional, nada hacía pensar a Enrique que pronto todo se volvería en contra de él. La intriga en la trama de Yo, asesino corresponde a cuando el protagonista pierde el control sobre su vida y sus acciones por lo que comienza a dudar de su eficacia, ¿ha sido descuidado y por eso sospechan de él, es todo una paranoia persecutoria dentro de su cabeza, …?
El cómic cuenta con grandes reflexiones sobre el arte a la altura del profesor catedrático que es nuestro protagonista, además de una gran disección psicológica que explica su comportamiento. Los autores construyen un relato, en ocasiones denso, en ocasiones ligero, pero siempre con un alto interés en lo que nos están contando. Poco a poco nos van mostrando las piezas de un puzle que parecen imposibles de encajar pero lees con detenimiento y fascinación hasta verlos juntarse con maestría para revelarte una imagen final lleno de detalles y matices. Pues Yo, asesino es un engranaje de personajes y acciones donde nada es blanco o negro. Hay sorpresas constantes. Una obra magnífica que no tiene miedo en mostrar escenas escalofriantes para afianzar la crueldad de lo que es capaz de hacer el protagonista.
No había tenido ocasión de leer Yo, asesino hasta ahora que ambos autores han publicado Yo, loco, así que apremiaba que zanjara la deuda. Además estos cómics junto a una tercera historia por publicar, Yo, mentiroso, conformarán la trilogía egoísta. Una saga de obras independientes en la que nos adentramos en la cabeza de un peculiar protagonista narrador de su propia vida en cada una de las historias y que no dudo que pronto se convertirán en obras imprescindibles.
Enrique aprovecha convenciones y compromisos académicos para cometer asesinatos motivados sólo por fines estéticos. Cada uno de ellos es una obra de arte inspirada en una técnica específica que marca su impecable trayectoria como artista.
